Familias de las comunidades de la zona andina como Chillavi, Bajo Chillavi, P’alta Cueva, Cóndor Huta, Calatacata y Muñoz Cueva del municipio Cocapata de la provincia Ayopaya, Cochabamba, ubicadas a 4000 m.s.n.m., productoras de papa y otros tubérculos, continúan con la producción para la seguridad y soberanía alimentaria de sus familias y las ciudades cercanas. En la actualidad también producen hortalizas agroecológicas para la alimentación diversificada para sus familias.
Los niños y niñas de estas comunidades ayudan a sus padres en el trabajo de la producción porque es parte de su vida cotidiana. Dentro de su formación en las Unidades Educativas también participan de manera activa para recuperar los conocimientos y saberes en temas de predicción climática, donde junto a maestros(as), abuelos y sabios de las comunidades, realizaron talleres logrando transmitir saberes locales sobre su cultura y vivencia.
Con talleres prácticos y participativos, los estudiantes de unidades educativas de las comunidades refuerzan sus conocimientos y dan a conocer la importancia de la producción diversificada y sana de hortalizas para una mejor alimentación y nutrición, así como reforzar sus defensas contra las enfermedades.
Los maestros(as) y estudiantes comprometidos a mantener y manejar los huertos escolares para reforzar el desayuno escolar, logran que toda la producción sea consumida por los estudiantes de las unidades educativas.
Todas estas actividades también promueven la creatividad e imaginación, porque los huertos son utilizados como espacios de aprendizaje, para la aplicación de los contenidos de las diferentes áreas del currículo base y regionalizado.
Los estudiantes con poesías, canciones, dramatizaciones, adivinanzas y otros materiales didácticos, socializan sus aprendizajes en el tema de agroecología y predicción del tiempo.
Estos procesos de enseñanza aprendizaje constituyen un aporte importante en la identidad cultural, y sin duda serán parte importante para la sostenibilidad de la seguridad y soberanía alimentaria impulsada desde varias generaciones.
Nilda Pérez Guzmán, Técnico CENDA