Los monitores reconocieron que todo este tiempo de capacitación y prácticas de monitoreo les ha fortalecido a nivel personal y a nivel de sus organizaciones comunales, ya que se hallan preparados y capacitados para el monitoreo físico químico de la calidad de sus fuentes de agua, y mediante ello junto con sus organizaciones y comunidades hacer la defensa y demanda de la protección de sus fuentes de agua y la remediación de los recursos hídricos afectados por la contaminación minera.
Los monitores comunitarios del agua analizan que ha llegado la etapa de dar más prioridad a la incidencia política que a la capacitación técnica del monitoreo; proponer soluciones y generar incidencia a nivel local, departamental y nacional, como indica don Abel Machaca: “Hay que dar a conocer a la población y las comunidades nuestro punto de vista sobre alternativas de solución, en vez del problema plantear la solución, porque hay comentarios de que siempre vamos a monitorear y nunca hay una solución, porque nosotros ya tenemos alternativas de solución, ya conocemos nuestra cuenca”.
El equipo de monitores comunitarios del agua de Poopó ya siente que cuenta con las capacidades suficientes y está ansioso de dar a conocer propuestas de solución a sus comunidades y autoridades, y no solo mostrar los datos de calidad del agua. , Estas son algunas ideas que ya empiezan a surgir:
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Los monitores también reconocen las dificultades a las que se han enfrentado a lo largo de la experiencia del monitoreo, como la falta de interés y apoyo de las autoridades municipales, la presión del sector minero hacia las mismas, la desmotivación en la que se hallan las comunidades afectadas por los efectos que por años ha generado la contaminación minera en sus territorios y la migración, y que sólo son algunos de los factores que dificultan la consolidación de la vigilancia ambiental en Poopó, pese a ello los monitores continúan con el entusiasmo y con el interés de defender el medio ambiente y sus fuentes de agua en beneficio de sus comunidades, como señalan: “Yo me siento útil para la población como monitor”, nos decía don Abel el más antiguo de los monitores; mientras que Maritza una joven madre monitora señalaba: “Yo como persona me siento satisfecha por el conocimiento obtenido a base de lo practico y lo teórico, porque sé que en un momento u otro podré contribuir con algo para mi municipio, para el medio ambiente de mi hijo, aunque sea con ideas”.
Escrito por: Helga Cauthin A
