COSECHA DE AGUA DIRIGIDA A LA PRODUCCIÓN AGRÍCOLA, EMPLEANDO ZANJAS DE INFILTRACIÓN
“Todo es cuestión de ingenio y habilidad, (nosotros) juntamos de la lluvia, por eso se llama cosecha de agua. Esto nos sirve para nuestros animales (ganado vacuno, ovino y animales domésticos) y para nuestras plantas. También con esta agua regamos nuestra carpa solar donde produce achojcha, coliflor, vainitas, tomate, pepino, zapallo y otros, de todo produce aquí. Solo para esas dos (actividades) usamos esta agua, porque para cocinar o lavar la ropa no sirve, es al aire libre y es agua que se queda en el estanque”, relató Valerian Rafael, quien cosecha agua de lluvia desde hace seis años en la comunidad de Quesuquesuni, del municipio de Poopó.
Don Valerian enseñando cómo canaliza el agua para riego al interior de su carpa solar
Los comunarios realizan zanjas de infiltración canalizadas en las laderas del cerro, para cosechar el agua durante el periodo de lluvia, luego las almacenan en pequeños reservorios, como es el caso de Valerian Rafael, o utilizan esta técnica para recargar sus pozos, como es el caso de Antonio López de la misma comunidad. Esta técnica ha sido adecuada por los comunarios, previo estudio empírico respecto a la pendiente de los cerros por donde fluye el agua de lluvia.
“Ya son 2 años que voy realizando esta práctica para recargar mi pozo, noté que el agua escurría en la época de lluvia y se iba directamente al rio Poopó contaminado, entonces decidí hacer zanjas para retener el agua. He notado que mi pozo dura 2 meses más con un buen nivel de agua, en comparación a otros años, además, parece que las condiciones del suelo mejoran porque han vuelto a salir algunas plantas que hace años que no veía en este sector”, manifestó Antonio López de la comunidad de Quesuquesuni, ex trabajador de la cooperativa minera de Poopó, quien retomó sus actividades en el campo luego de su jubilación.
Técnica 1. Zanjas de infiltración

Antonio López mostrando la zona de captación inicial entubada desde una de las quebradas del cerro Puñaca

Canal de desviación
Don Valerian mostrando cómo canaliza agua directamente a su reservorio.
Valerian Rafael explicó que realizan esta cosecha de agua desde hace seis años y que ayudó a hacer frente a la escasez que se vive en el altiplano debido a condiciones naturales, y a la contaminación por parte del sector minero. Asimismo, con la venta de sus productos agrícolas, don Valerian Rafael logró hacer estudiar y sacar profesionales a sus ocho hijos, quienes ya migraron a otras ciudades del país y el exterior en busca de mejores oportunidades económicas.
COSECHA DE AGUA DIRIGIDA A CONSUMO HUMANO APROVECHANDO LOS TECHOS
Dorotea Calderón Gonzales, nació hace 59 años en Tolapampa, pero cuando se casó se trasladó a la comunidad Quesuquesuni, lugar donde formó su familia. Ella relata que cuidan el agua “como si fuera tesoro” ya que la escasez es muy sentida, no obstante, pese a este obstáculo se dan modos cosechar agua para su consumo diario en la cocina y limpieza, colectan el agua de lluvia que gotea por los techos de las casas, almacenan en todos los recipientes que tienen.
“Agua no tenemos siempre, cuando llueve nos cosechamos en todo lo que podemos, juntamos en tanques, turriles, baldes, ollas, bidones y todo lo que se pueda, esa agua es para el consumo y para lavar ropa y nos tenemos que hacer durar. Antes no sabía faltar agua y en baldecitos nomas agarrábamos, pero ahora debemos guardar en tanques porque si no, no tenemos agua. Ahora más bien habilitaron un tanque de donde agarramos agua algunas veces”, cuenta doña Dorotea.
Técnica 2. Cosecha de agua de lluvia aprovechando los techos
Guía técnica para cosecha de agua JICA
Aplicación de la técnica para cosecha de agua en techos, canaletas de captación y bajantes.
Tanques de almacenamiento para el agua de lluvia
La comunaria también relató que la producción se va reduciendo cada año a causa de los factores climáticos y la contaminación que produce la actividad minera.
“Este año la producción está bien nomas, pero ha bajado en relación al año pasado. Este año hubo más lluvia, pero igual ha disminuido la producción, los productos salen más pequeños (en cuanto volumen de producción) no sé por qué estará pasando eso, parece que es lo que contaminan con la minería o también puede ser la granizada que se adelantó y eso afectó”, agregó doña Dorotea.
AGUA Y MINERÍA
Garantizar el acceso soberano al agua en cantidad y calidad, es una de las tareas prioritarias del Estado, así lo manifiesta el artículo 373 de la Constitución Política del Estado (CPE). Sin embargo, muchas veces esta expresión queda simplemente en el papel, como es el caso del municipio de Poopó, donde se prioriza el uso del recurso hídrico para la explotación minera de zinc, plata y plomo, por encima del bienestar de su población.
Para hacernos una idea concreta, el concentrado poblacional de Poopó consume al día 691.200 litros de agua, en tanto que el sector minero consume al día 1.742.884 litros, equivalente al doble del consumo del concentrado poblacional de Poopó. En contraste, una estudio desarrollado el año 2014 en los municipios de Poopó y Pazña Antequera, evidenció que el 40% de la población encuestada que vive en el campo, tiene disponible el equivalente a 5 litros al día para satisfacer todas sus necesidades básicas, muy por debajo de los 11 litros mínimos recomendados por la OMS.
Si bien el déficit hídrico es un problema global, el Estado mediante sus gestores competentes, VRHR (Viceministerio de Recursos Hídricos y Riego), debería recuperar y fomentar prácticas locales como estas, que pueden ser sostenibles en el tiempo ya que nacen de un conocimiento local, a diferencia de prácticas introducidas que pueden o no consolidarse a lo largo del tiempo.
Redacción: Gery Mamani A. / Yasin Peredo R. - CENDA