CENDA, bajo el enfoque de la producción agroecológica, asume que el suelo es un ente vivo no renovable, porque en él viven millones de microorganismos que cumplen múltiples funciones que ayudan a mantener la fertilidad del suelo, generan microclimas, en ella viven controladores naturales de plagas y enfermedades, por lo tanto; tienen un papel vital en la producción de alimentos, mantenimiento de la diversidad y garantizan la seguridad alimentaria.