“Se exige la paralización del proyecto de agua potable de la central Isiboro ‘A’ y el avasallamiento al territorio Indígena Yuracare, la comunidad Cecejsamma avasallada por el sindicato Agrario Sucre, y se solicita la anulación del título ilegal en el territorio donde las siguientes comunidades sufren de avasallamientos”. Fue uno de los puntos petitorios dentro de un voto resolutivo emitido en el Encuentro de Corregidores del Consejo Indígena del Sur “CONISUR/TIPNIS”.
El 16 de junio en la clausura del Foro Social Panamazónico, representantes de los diferentes países exigieron el cumplimiento de Mandato que será entregado a los gobiernos de los países panamazónicos, exigiendo la defensa de los pueblos indígenas, la protección de la amazonia, el respeto a los territorios indígenas, a la justicia de los pueblos, y a las mujeres, niños, niñas que son las poblaciones más vulnerables en las comunidades.
“NO HAY RESPETO DENTRO NUESTRO TERRITORIO” Los avasallamientos y la minería ilegal dentro del Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure “TIPNIS” continúan por parte de las comunidades interculturales, colindantes de este territorio ancestral. Cabe recalcar que este territorio tiene doble estatus, es un Área Protegida y TCO (Tierra Comunitaria de Origen) donde habitan pueblos indígenas Yuracarés, Chiman y Mojeño-Trinitario.
El Tribunal Constitucional Plurinacional SENTENCIA a las autoridades nacionales, departamentales y municipales a realizar estudios sobre la calidad del agua para aplicar medidas de reparación a los daños de los impactos mineros en el Ayllu San Agustín de Puñaca-Oruro
ARTÍCULO DE ANÁLISIS: El actual ciclo político inaugurado por la subida del MAS al gobierno en enero de 2006, es retratado como un cambio importante en el carácter del Estado boliviano. En esta presentación, por el contrario, pongo el acento en el impacto que ha producido el cambio de gobierno en los movimientos sociales, principalmente en el movimiento campesino que conforma la base social propia de dicho gobierno. Sostengo que, en consecuencia, el Estado semicolonial pre-existente se ha consolidado.