- Describir las características de los recursos hídricos e identificar posibles problemas derivados de la contaminación.
- Formular planes y determinar prioridades en el marco del manejo de la calidad del agua, orientados a la recuperación y protección de la calidad de los recursos hídricos.
- Desarrollar e implementar programas de manejo de la calidad del agua.
- Evaluar la efectividad de las acciones de manejo.
- Contribuir a la mejora de la calidad de vida de las personas.
“El monitoreo del agua implica reunir rigurosos datos científicos” (CAO, 2008). Esta es una de las formas tradicionales de llevar a cabo el monitoreo de la calidad del agua, donde universidades e instituciones especializadas realizan el monitoreo del agua. Sin embargo, una de las grandes desventajas de este procedimiento es que los resultados del monitoreo del agua raras veces se convierten en herramientas para desarrollar e implementar programas de gestión de la calidad del agua. Adicionalmente, este tipo de monitoreo muy pocas veces vincula a las organizaciones sociales y poblaciones afectadas/beneficiarias de la calidad del agua.
Una de las formas que se puede afrontar este problema, es involucrar a las comunidades y a los diferentes actores sociales e institucionales en el proceso de monitoreo del agua en una cuenca determinada. Es decir, el proceso de monitoreo involucra a los miembros de las comunidades y a otros actores sociales e institucionales de la cuenca en la toma de muestras, análisis e interpretación de los datos, utilizando indicadores simples (Rahayu et al, 2013).
“El monitoreo participativo no sólo es científico, sino también social, político, y cultural. Requiere apertura, una buena disposición para escuchar diferentes puntos de vista, una aceptación del conocimiento y del rol de los diferentes participantes, y la habilidad de dar crédito donde corresponda” (CAO, 2008).
De esta manera, el monitoreo participativo del agua se puede convertir en una herramienta de las comunidades, pues crea capital social, educa, organiza a las personas, da acceso a la información y provee medios para actuar de manera local (Danielsen et al, 2005).
El área de trabajo de CENDA en el tema minero e hídrico es la cuenca del Poopó-Oruro, una de las más contaminadas de Bolivia[1]. El contexto social y ambiental de esta cuenca es bastante complejo, debido a que se encuentra en una región semiárida y donde existe un área de extensa e histórica actividad minera. En la zona, tanto empresas transnacionales privadas, como estatales y cooperativas explotan diferentes yacimientos de estaño, plata, plomo, zinc y otros. Por la falta de control y cumplimiento de las normas vigentes por parte de las empresas mineras, la mayoría de los ríos de la zona se encuentran contaminados.
Si bien se monitorea la calidad del agua en la zona –por parte de universidades, ONGs, municipios y operadores mineros– los resultados rara vez han permitido implementar programas de manejo de la calidad del agua y menos contribuir a la mejora de la calidad de vida de las personas. Estos resultados tampoco son socializados con las comunidades afectadas por la contaminación y escasez del agua, lo cual hace que tengan menores posibilidades de demandar soluciones a las autoridades competentes y a las mismas empresas mineras.
Es por este motivo que CENDA, en colaboración con la ONGD Suma Marca del Perú, ha iniciado un proceso para capacitar monitores y monitoras ciudadanas del agua en las sub-cuencas Poopó y Pazña-Antequera. Este tipo de monitoreo participativo contribuye a la posibilidad de que los comunarios y comunarias obtengan capacidades para conocer parámetros técnicos con los que puedan asumir un control y monitoreo de sus aguas; y sobre todo, entender de manera práctica y científica los cambios en sus ecosistemas, bajo la idea de “crear ciencia ciudadana”.
De esta manera, las comunidades podrán contar con herramientas técnicas e información para el ejercicio pleno de los derechos ciudadanos, como el derecho elemental al agua y a vivir en un medio ambiente sano, establecidos en la Constitución Política del Estado Plurinacional de Bolivia y Convenios Internacionales.
El primer taller de capacitación de monitores y monitoras del agua fue realizado el 16 de junio de 2014 y contó con la participación de representantes de los ayllus Quellía, Puñaca (sub-cuenca Poopó) y estudiantes de las unidades educativas Simón Bolívar y Juan Lechín Oquendo (sub-cuenca Pazña-Antequera).
Literatura consultada
ANA (2014). Autoridad Nacional del Agua. Ministerio de agricultura y riego. Gestión de la Calidad de los Recursos Hídricos. Revisado en: http://www.ana.gob.pe/
CAO (2008). Oficina del Asesor en Cumplimiento/Ombudsman. Monitoreo Participativo del Agua. Guía para Prevenir y Manejar el Conflicto. Washington, DC, USA.
Danielsen F, Burgess N, Balmford A (2005). Monitoring matters: examining the potential of locally-based approaches. Biodiversity and Conservation V 14; pág. 2507–2542.
Rahayu S, Widodo RH, van Noordwijk M, Suryadi I, Verbist B. (2013) Water monitoring in watersheds. Bogor, Indonesia: World Agroforestry Centre (ICRAF) Southeast Asia Regional Program.
UNEP/WHO (1996). Water Quality Monitoring - A Practical Guide to the Design and Implementation of Freshwater. Quality Studies and Monitoring Programmes.
[1] Rivera, Y. 2007. Tres Cuencas, las más contaminadas. La Prensa, La Paz. www.biodiversityreporting.org
