Es importante tener en cuenta que la reforestación es una actividad sistemática y de alto compromiso social-ambiental para generar buenos resultados sostenibles a largo plazo. En muchos casos las OTB o comunidades ven esta tarea como algo que se debe cumplir por no pagar multas o sumar asistencia en sus organizaciones, o con fines de propaganda política como un acto coyuntural para posar ante las cámaras. La reforestación debe, incluso, ser una forma de vida debido a que contribuye a que el desastre natural, por todo lo que implica el cambio climático, vaya reduciendo. Comunidades del área rural conviven en armonía con la naturaleza y tienen una conexión espiritual con los árboles. Es imprescindible recuperar estas formas de vida para garantiza un futuro mejor para todas/os.

La reforestación es importante para la producción de oxígeno en nuestro planeta. Los árboles son para asegurar la conservación del agua y disminuir la erosión del suelo. Gracias a la reforestación, conseguimos frenar las corrientes de aguas torrenciales en el suelo y reducir la erosión y sedimentación de los ríos, además recuperaríamos la biodiversidad perdida.

Uno de los muchos factores que lleva a la decisión de reforestar en Bolivia son los incendios que devastan miles de hectáreas cada año. Bolivia tiene leyes que favorecen la conservación de los bosques, pero se queda en la teoría, en la práctica hay normas que facilitan el cambio de uso de suelo, leyes que perdonan la deforestación en lugar de cobrar las multas, además de favorecer el desarrollo de la agroindustria.

Estas normas denominadas ‘incendiarias’, promueven el avance de la frontera agrícola y autorizan las quemas controladas.

En particular en Cochabamba,  en octubre de 2020 se registraron 5 incendios forestales que consumieron 230 hectáreas en los municipios de Vinto, Sacaba y Tiraque en Cochabamba (Periódico Opinión).  Según información de medios locales, estos incendios surgen a partir de chaqueos “controlados” en parcelas de comunarios, y otros provocados por supuestos loteadores del Parque Nacional Tunari.

Lo cierto es que los incendios tienen como consecuencia la erosión de los suelos, elevadas temperaturas, acaban con la vida silvestre y vegetación, contaminación del aire, desaparición de ojos de agua, vertientes (juturis) que afecta a su vez a la producción agrícola.

Ante tal situación, algunas organizaciones de base en Cochabamba,  toman como medida de preservación del medio ambiente, la reforestación de sus territorios. Tal es el caso de la Asociación de Usuarios de Laguna Larati – AULL, conformada por 12 OTB`-s, del municipio de Sacaba, quienes llevaron adelante jornadas de reforestación, con el apoyo de la alcaldía de Sacaba, con diferentes especies (pino radiata, ciprés, tipa, retama, entre otras). Reforestaron con 500 plantines por OTB.

“Desde AULL entendemos el riesgo que tiene deforestar las áreas verdes, que implica la pérdida de especies forestales, pérdida de habitad para los animales, este riesgo se nos ha acrecentado con una mazamorra que hemos sufrido hace unos años, desde ahí se está buscando alternativas un poco más naturales, y una de ellas es la reforestación, nuestro objetivo también es hacer un cerco vivo…. Estamos por un lado reforestando y a la vez forestando. Estamos poniendo plantitas donde antes no había, a su vez estamos reponiendo plantitas que han sido arrasadas por la mazamorra (Aluvión) que nos afectó años atrás, los loteamientos e incendios”. Jhonatan A. Mamani Gonzales, Presidente de la OTB San Jacinto - AULL 

“Como regantes hemos visto de que los árboles dan vida por lo tanto donde hay árboles, hay nubes, y generan bastante agua. Como regantes tenemos que pensar a futuro no nos falte agua, porque dependemos del agua como agricultores. Queremos cuidar el medio ambiente reforestando. Cada año que pasa  se ve que en el parque Tunari hay incendios, antes quizá eran 5, hoy por hoy anualmente se están registrando más de 20 incendios forestales, y eso queremos reponer, lo que se ha quemado con más plantines. Pensamos año que pasa seguir reforestando, además queremos marcar o delimitar la propiedad de AULL con cercos vivos, para eso hemos plantado los pinos. Requerimos capacitación en cómo reforestar, nosotros como agricultores no conocemos muy a profundo la forma de hacer la plantación, por ejemplo hay especies maderable, hay especies nativas, que en diferente distanciamiento hay que plantar.”. Rubén Arévalo Valencia, Presidente de la OTB Chimboco - AULL 

“Nuqayku plantas cerco jina kananpaq churachkayku, con el tiempo madera kanqa chay kanqachá, kunitan kay cerco atejachkawayku, kay ukhupi nuqayku atajado-estanqueta jina ruwachisqayku, yaku depositakunanpaq, proyecto lluqsimuchkanña. Diregentes wakin chinkarapuchkanchik, aswan ñawpaqman runasqa rikunqankuña maymanta pachachus jallp`ayku kasqanta, chaypaq kay pinos, cerco jina kanqa”. María Rojas Sandivar, Juez de Aguas de la Maica - Sacaba - AULL 

Un ambiente con alto compromiso de las organizaciones de base, además del respeto y reconocimiento de las formas de vida y conocimientos de los pobladores de determinadas zonas, sobre los árboles y arbustos, puede ayudar a que se diseñen e implementen modelos agroforestales que contribuyan a la conservación y restauración de bosques, suelos y agua.

 Por: Nelly Perez Costana