Para entonces el túnel que estaba cerca de la aduana se encontraba cerrado, motivo por el que abrieron un camino estrecho para que las movilidades puedan transitar. En una ocasión la cholita se metió en medio de dos camiones tráilers y accidentalmente fue aplastada, perdiendo la vida.
Desde entonces cuentan muchos choferes que ven a una cholita justo en el sector del túnel pidiendo que la acerquen hacia el trópico.
En algunas ocasiones la recogieron choferes que desconocen la historia de la cholita condenada; en el trayecto la charla es amena, pero cuando llegan a Villa Tunari la cholita desaparece sin dejar rastro alguno.
También cuentan que cuando algún chofer intenta faltarle al respeto, la cholita muestra su rostro desfigurado causando pánico hasta llevarse el alma de aquellos hombres en trágicos accidentes.
Enviado por: Prof. Palmira Pérez Guzmán
Dibujos: Fabiola Vargas Elio